Hay riesgo de avalancha…
los “sitios ancestrales de procreación” ya no son
lugar seguro,
se extingue lo recóndito más allá de la nada
y han de buscar los ojos desesperadamente
algún rincón indemne donde anidar,
para “burlar al clima” y despistar la muerte
para sobrevivir y llenar tanto vacío aún no escrito.
Hay que salvar la especie…
hay riesgo de avalancha atentando la suerte
y aves de carroña en espera de presas
para así devorar los restos de la muerte.
Martha Jacqueline Iglesias Herrera
Del Poemario: Temblor